lunes, 22 de julio de 2013

François-René de Chateaubriand


En la aduana, un viejo cadete funcionario fingió visitar mi carruaje. Yo había preparado una moneda de cien sueldos; él la veía en mi mano, pero no se atrevía a cogerla por miedo a sus jefes, que lo estaban vigilando. Se quitó la gorra con la excusa de de registrar mejor, la dejó sobre el cojín que había delante de mí, diciendo en voz baja: "En la gorra, por favor". ¡Oh, gran palabra! Encierra toda la historia del género humano; cuántas veces la libertad, la fidelidad, la abnegación, la amistad, el amor han dicho: "En la gorra, por favor

 (Reflexiones y Aforismos)

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